La 'España vaciada' se une en un nuevo desafío: quieren crear un 30% más de negocios en el mundo rural
- La España vaciada pide servicios mínimos para atraer a nuevos emprendedores a los pueblos
- La brecha de conectividad: un escollo importante para emprender en zonas rurales
- Las pymes rurales y la lucha por servicios básicos y transporte
Los autónomos y pequeñas empresas del mundo rural están uniendo fuerzas para trasladar a la Administración una serie de medidas que garanticen unos servicios mínimos, desde conectividad hasta comunicaciones, para atraer más emprendedores a los pueblos y fijar población en zonas despobladas..
En comarcas con menos de 12 habitantes por kilómetro cuadrado se están multiplicando las iniciativas de autónomos, pequeñas empresas y profesionales que buscan coordinarse para defender su actividad y reclamar al Gobierno igualdad de oportunidades respecto a las grandes ciudades. Sobre todo en lo que a
El objetivo es claro: aumentar en, al menos un 30% las nuevas empresas en estas zonas, impulsar la digitalización de gran parte de las pymes rurales, garantizar el acceso a servicios esenciales y que se reconozcan ciertas ventajas fiscales en territorios especialmente afectados por la despoblación.
Lo cierto es que diversas asociaciones y movimientos de la España vaciada, como ANAEVV (Asociación Nacional de Autónomos y Emprendedores de la España Vaciada), recientemente constituida, coinciden en su diagnóstico: las pymes de zonas despobladas de nuestro país cargan con una doble dificultad.
La España vaciada pide servicios mínimos para atraer a nuevos emprendedores a los pueblos
Por un lado, la escasa población reduce la demanda local, lo que exige modelos de negocio más flexibles o dependientes del teletrabajo, la distribución o los servicios digitales. Por otro, la falta de infraestructuras y la lentitud en la llegada de servicios básicos —desde el transporte y la sanidad hasta la conexión móvil— les coloca en clara desventaja frente a entornos urbanos.
Todo ello ha generado un frente rural cada vez más cohesionado, que está reivindicando al Gobierno políticas específicas y una financiación estable para garantizar la continuidad de los negocios en el mundo rural.
Las reclamaciones de todas estas asociaciones de autónomos en zonas despobladas coincide con un momento crucial: la elaboración de la nueva Estrategia Nacional para la Equidad Territorial y el Reto Demográfico 2030, impulsada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico tras una consulta pública realizada a principios de 2025.
Digitalización, nuevas empresas o fiscalidad
Algunos de los objetivos que recopila este documento y que los autónomos del medio rural piden agilizar para que se cumplan cuanto antes son:
- Aumentar un 30% la creación de nuevas empresas en áreas con menor densidad de población
- Establecer un Fondo de Innovación Rural para microcréditos destinados a emprendimientos locales
- Impulsar la digitalización de al menos la mitad de las empresas rurales
- Garantizar que la población pueda acceder a servicios esenciales en menos de 30 minutos
- Aplicar fiscalidad diferenciada en territorios especialmente afectados por la despoblación
- Mejorar las comunicaciones por carretera y transporte público
- Reforzar la financiación municipal y reducir la burocracia que actualmente ralentiza la puesta en marcha de proyectos rurales
Además, el Ministerio pretende consolidar el Observatorio de la Equidad Territorial, que aspira a ser el organismo de referencia para evaluar el impacto de estas medidas y orientar las políticas futuras. Para las asociaciones de autónomos rurales, la clave será que este marco estratégico pase del papel a la acción cuanto antes y se garantice a largo plazo.
La brecha de conectividad: un escollo importante para emprender en zonas rurales
Uno de los muchos problemas que señalan los emprendedores rurales es la llamada brecha de conectividad, un fenómeno que condiciona de forma directa el crecimiento económico.
Porque, según los datos del Ministerio, mientras la cobertura 5G alcanza alrededor del 93,2% de la población española, en las áreas de baja densidad apenas llega al 66%, generando un diferencial que afecta tanto a los negocios digitales como a cualquier empresa que dependa de servicios bancarios, trámites telemáticos o logística.
Así, esta desigualdad tecnológica se siente a diario. En muchos municipios, emprendedores que necesitan realizar facturación electrónica, videoconferencias o envíos en tiempo real sufren interrupciones constantes o velocidades insuficientes.
Por ejemplo es el caso de los autónomos del comercio online, o los que se dedican a la agricultura de precisión o al turismo rural, para los que esta situación se traduce en pérdidas económicas, retrasos y una menor competitividad frente a empresas de áreas urbanas mejor conectadas.
Las pymes rurales y la lucha por servicios básicos y transporte
A pesar de la reivindicación de un mapa igualitario de la digitalización para que no haya ese abismo entre las zonas urbanas y las rurales, las medidas relacionadas con este punto no pueden convertirse en el único relato del emprendimiento rural.
Según las estadísticas que ofreció a este medio César López Caparrós, presidente de la Asociación Nacional de los Autónomos y Emprendedores de la España Vaciada, la mayor parte de quienes trabajan en los pueblos no son startups ni profesionales tecnológicos: son agricultores, ganaderos, carpinteros, comerciantes o pequeños talleres.
Según sus estimaciones, sólo algo más del 5% de los autónomos y emprendedores rurales desarrollan actividades de perfil digital. El resto conforma una economía tradicional, con una edad media que supera con frecuencia los 55 o 60 años y con un nivel de competencia digital muy limitado.
De ahí que, además de la mejora tecnológica, se reclame fiscalidad diferenciada, un transporte público operativo y servicios básicos cercanos, que son las condiciones que realmente determinan si un negocio puede sostenerse en el tiempo.
La solución a la despoblación podría estar en el emprendimiento
El emprendimiento se ha demostrado un factor clave para frenar la despoblación. En concreto, diversos estudios presentados por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico señalan que los territorios con mayor dinamismo empresarial son también los que registran mejores cifras de retención demográfica.
Y muchos de esos nuevos proyectos ligados a la agricultura innovadora, el turismo sostenible, los servicios de proximidad o la transformación agroalimentaria han permitido recuperar actividad económica en municipios especialmente afectados por la pérdida de habitantes.
En ese sentido, la función de estas asociaciones de autónomos y emprendedores en zonas rurales debe ser lo más abierta posible: asesorar sobre ayudas públicas, compartir recursos, elaborar propuestas normativas y generar una red de apoyo que antes no existía.
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