Uno de cada tres autónomos cumplió ya los 55 años y sigue activo según el Mapa de Talento Sénior de Mapfre

En España hay 1,2 millones más de personas mayores de 55 años en disposición de trabajar que al principio de la década, según el V Mapa del Talento Sénior de Fundación Mapfre. Y este colectivo representa ya el 20,5% del total de activos; una proporción que no deja de crecer y que ya supera ampliamente a la de los jóvenes menores de 30 años. El mercado laboral español se está reconfigurando de forma silenciosa, con un peso cada vez mayor de trabajadores sénior que prolongan su vida profesional, bien sea como asalariados o, de forma muy significativa, como autónomos.

Porque este cambio tiene una lectura directa para los pequeños negocios: casi uno de cada tres trabajadores por cuenta propia en España supera los 55 años, hasta alcanzar los 1,03 millones de personas, el 31,06% del total de autónomos. El trabajo por cuenta propia se ha convertido, de hecho, en una de las principales vías de permanencia en el mercado laboral a partir de esa edad, muy por encima de lo que ocurre entre los jóvenes, que apenas representan el 6,85% del colectivo.

El aumento de la actividad sénior no es marginal, ni algo coyuntural, sino estructural, y se apoya en cifras muy claras: desde 2019, el número de activos mayores de 55 años ha crecido un 27,4%, mientras que la tasa de actividad del colectivo ha alcanzado por primera vez el 52,45%. Este avance convive, sin embargo, con un dato menos favorable, ya que España sigue concentrando el mayor volumen de desempleados sénior en términos absolutos dentro de su entorno europeo.

1. Ya hay más profesionales sénior trabajando que jóvenes en el mercado laboral
2. La tasa de actividad sénior supera el 50% por primera vez
3. El trabajo por cuenta propia envejece con rapidez
4. Más mujeres sénior activas, pero mayor desempleo

Ya hay más profesionales sénior trabajando que jóvenes en el mercado laboral

Los mayores de 55 años ya superan a los menores de 30 en participación en el mercado laboral, una brecha que no ha dejado de ampliarse en los últimos años. En 2024, había 5,04 millones de sénior activos, frente a 4,17 millones de jóvenes, lo que supone una diferencia de cerca de 867.000 personas, cuando en 2019 esa distancia apenas alcanzaba las 190.000.

El crecimiento del empleo, según el V Mapa del Talento Sénior ha sido también más intenso entre los sénior, que han sumado más de un millón de ocupados adicionales en cinco años, frente a los algo más de 450.000 que han incorporado los menores de 30. En términos relativos, los mayores de 55 ya representan el 20,8% del total de ocupados, tres puntos más que hace un lustro.

Este aumento se observa en todas las franjas de edad dentro del colectivo, con especial intensidad entre quienes tienen entre 60 y 64 años, donde el empleo ha crecido un 40%, y entre los mayores de 65, cuyo número de ocupados se ha incrementado más de un 80%, aunque siguen siendo una minoría en términos absolutos.

La tasa de actividad sénior supera el 50% por primera vez

La tasa de actividad de los mayores de 55 años ha pasado del 46,7% en 2019 al 52,45% en 2024, un salto histórico que refleja una mayor permanencia en el mercado laboral. Este avance se ha producido de forma homogénea en todas las cohortes, aunque destaca especialmente el grupo de 60 a 64 años, cuya tasa de actividad se ha incrementado casi diez puntos en cinco años.

La mejora de la actividad ha venido acompañada de un aumento del empleo, pero también de un repunte del número de parados sénior, que supera ya las 513.000 personas y representa cerca del 19% del total del desempleo. Aunque la tasa de paro del colectivo se ha reducido ligeramente hasta el 10,2%, el volumen absoluto sigue siendo elevado.

En comparación con otros países europeos, España lidera el crecimiento de sénior activos, pero mantiene una brecha relevante con economías como Suecia o Alemania en tasas de actividad, y concentra el mayor número de desempleados mayores de 55 años en cifras absolutas.

El trabajo por cuenta propia envejece con rapidez

El envejecimiento del trabajo autónomo es uno de los rasgos más claros de esta transformación del mercado laboral. De los 3,3 millones de autónomos existentes en España, por encima del millón tienen más de 55 años, lo que sitúa al colectivo sénior como el grupo mayoritario dentro del autoempleo.

Además, los sénior autónomos representan casi el 20% de todos los trabajadores mayores de 55 años, una proporción muy superior a la del conjunto de la población activa, donde el trabajo por cuenta propia apenas alcanza el 13,55%. Esta diferencia muestra hasta qué punto el autoempleo actúa como refugio laboral a edades avanzadas.

Dentro de este grupo, la mayoría son autónomos sin asalariados, lo que refleja un tejido productivo muy atomizado y de pequeña escala. Aun así, el número de sénior autónomos ha crecido en más de 147.000 personas en los últimos cinco años, consolidando esta fórmula como una de las principales salidas laborales tras los 55.

Más mujeres sénior activas, pero mayor desempleo

La incorporación de las mujeres mayores de 55 años al mercado laboral ha sido más intensa que la de los hombres en términos de crecimiento, lo que ha permitido reducir parcialmente la brecha de género en actividad y empleo. Entre 2019 y 2024, el número de mujeres sénior activas ha aumentado de forma sostenida en todas las franjas de edad.

Sin embargo, esta mejora convive con un aumento del desempleo femenino, ya que el paro entre las mujeres mayores de 55 años ha crecido en unas 45.000 personas, ampliando la diferencia respecto a los hombres. En 2024, la brecha de desempleo entre ambos sexos ronda ya las 50.000 personas.

Este comportamiento desigual refleja que el avance del talento sénior no está siendo homogéneo y que, aunque más personas prolongan su vida laboral, no todas encuentran las mismas oportunidades, especialmente en el caso de las mujeres y de quienes buscan empleo por cuenta ajena a partir de cierta edad.