Las autoescuelas avisan de ciertos riesgos en el nuevo permiso de conducir que quiere imponer Europa

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Las autoescuelas avisan de ciertos riesgos en el nuevo permiso de conducir que quiere imponer Europa
  1. El refuerzo de la formación práctica y teórica, una prioridad para las autoescuelas
  2. La formación rigurosa es irrenunciable para el sector
  3. Preocupación por el acceso directo a permisos profesionales
  4. Para la patronal, la seguridad vial debe prevalecer siempre
  5. Formación adicional para conductores noveles

La nueva directiva europea sobre el permiso de conducir ha sido recibida con una mezcla de apoyo y cautela por parte de las cerca de 8.000 autoescuelas españolas. La Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE), que agrupa los intereses de los negocios de formación vial repartidos por todo el país, celebra las medidas orientadas a mejorar la calidad formativa, pero advierte de los riesgos que podrían derivarse de algunos cambios en los permisos profesionales. La organización considera esencial que España mantenga la exigencia en la trasposición de la norma para garantizar la seguridad vial.

El sector de las autoescuelas, formado en gran parte por pequeños negocios y autónomos, se encuentra directamente afectado por la nueva normativa, ya que modificará la estructura de los cursos, los contenidos y las condiciones de acceso a diferentes permisos de conducción.

CNAE respalda las novedades que modernizan la enseñanza de futuros conductores y refuerzan la formación en seguridad, pero muestra preocupación por la posibilidad de que algunos aspirantes puedan acceder a permisos profesionales sin la progresión que exige el modelo actual. Esta modificación podría generar riesgos en la preparación técnica de los conductores.

La confederación entiende que la directiva abre una senda positiva para la modernización del aprendizaje, siempre que se mantengan los estándares de calidad. Por ello, hace un llamamiento a las autoridades españolas para que, en el proceso de adaptación a la legislación europea, se preserve la formación rigurosa y la progresividad de los permisos, especialmente en los casos que implican vehículos de gran tonelaje.

El refuerzo de la formación práctica y teórica, una prioridad para las autoescuelas

Entre los aspectos valorados positivamente, CNAE destaca la incorporación de nuevos contenidos obligatorios tanto teóricos como prácticos. Se trata de materias relacionadas con la percepción del peligro, los factores de riesgo asociados a la movilidad, la seguridad de los vehículos con combustibles alternativos y el manejo de los Sistemas Avanzados de Asistencia a la Conducción (ADAS).

Según la confederación, esta actualización responde a la evolución tecnológica del parque automovilístico y a los nuevos hábitos de conducción, especialmente en entornos urbanos. La actualización de contenidos es esencial para este nuevo escenario.

La organización defiende que los futuros conductores deben adquirir una comprensión profunda de los riesgos y de las dinámicas cambiantes de la movilidad. Esta orientación pedagógica, subrayan, consolida el papel de las autoescuelas como centros de formación especializados, y refuerza su función social como garantes de la seguridad vial.

La directiva abre la puerta al permiso de conducir a los 17 años

Además, el nuevo marco podría suponer para muchos negocios del sector una oportunidad de diversificar servicios y adaptarse a las demandas derivadas de la movilidad sostenible. La adaptación del sector puede acelerar cambios en el tipo de servicios ofrecidos.

Otro de los puntos de la directiva que cuenta con el respaldo de CNAE es la posibilidad de obtener el permiso B a partir de los 17 años, bajo el modelo de conducción acompañada. Esta medida permitirá a los jóvenes conducir junto a un adulto con experiencia hasta cumplir los 18 años.

El objetivo es que los nuevos conductores acumulen práctica supervisada, lo que, según la Confederación, podría contribuir a reducir la siniestralidad en carretera. Más práctica supervisada puede reducir accidentes según esta visión.

El cambio representa también un reto para las autoescuelas, que deberán ajustar sus programas y recursos didácticos a un nuevo perfil de alumnado más joven. Sin embargo, las asociaciones del sector ven en esta medida un avance pedagógico alineado con los modelos de aprendizaje que ya se aplican en otros países europeos. Las aulas se rejuvenecerán inevitablemente con este cambio.

Preocupación por el acceso directo a permisos profesionales

El principal motivo de preocupación de CNAE está en la modificación de los permisos profesionales C+E y D+E, que la directiva permitirá obtener sin haber superado previamente los permisos C y D. Esta opción, explican, eliminaría la progresividad que hasta ahora regía la obtención de autorizaciones para conducir vehículos pesados y con remolque.

Para la Confederación Nacional de Autoescuelas, la seguridad vial debe prevalecer siempre
Para la Confederación Nacional de Autoescuelas, la seguridad vial debe prevalecer siempre.

Para las autoescuelas, se trata de un cambio que podría traducirse en un aumento del riesgo en la carretera y una menor preparación técnica de los conductores profesionales. Eliminar la progresividad aumentaría el riesgo según el sector.

La confederación recuerda que la conducción de este tipo de vehículos requiere destrezas específicas y una experiencia que no se puede adquirir sin una formación gradual. Considera, por tanto, que la medida contradice el espíritu de la propia directiva, que en su considerando 24 defiende la progresión en la obtención de permisos.

Para la patronal, la seguridad vial debe prevalecer siempre

CNAE insiste en que cualquier modificación debe priorizar la seguridad vial sobre la simplificación de trámites administrativos o la reducción de costes. La seguridad vial debe prevalecer siempre según su posicionamiento.

El documento europeo incluye además la supresión del conocido Código 78, que hasta ahora obligaba a realizar un segundo examen práctico para conducir vehículos manuales cuando se había obtenido el permiso en uno automático. La nueva propuesta sustituirá esa obligación por una formación práctica mínima de siete horas con vehículo manual.

La confederación considera que esta medida se adapta a la realidad tecnológica del parque automovilístico, en el que cada vez predominan los modelos automáticos, eléctricos o híbridos enchufables. Se elimina un examen adicional innecesario con esta nueva fórmula.

Las autoescuelas destacan que la eliminación del examen adicional podría reducir cargas para los aspirantes, aunque también supondrá ajustar la enseñanza a un sistema más flexible y personalizado. Este cambio requerirá una planificación pedagógica más cuidadosa para asegurar que los conductores adquieran destrezas suficientes en ambos tipos de transmisión. La flexibilidad obligará a reajustar procedimientos en las aulas.

Formación adicional para conductores noveles

Por último, CNAE valora de forma especialmente positiva la posibilidad de introducir una formación específica para conductores noveles, inspirada en el modelo austríaco, que ha permitido reducir en un tercio los accidentes entre nuevos conductores. Esta formación complementaria se centraría en la concienciación sobre los riesgos, el comportamiento responsable al volante y el uso correcto de los sistemas de seguridad.

La confederación también respalda la intención de la directiva de reforzar la sensibilización sobre los peligros de la conducción bajo los efectos de las drogas, un problema especialmente grave entre los conductores jóvenes. Las autoescuelas consideran que este enfoque preventivo es esencial para mejorar la seguridad vial y contribuir a una movilidad más segura y sostenible en toda Europa.

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