Las empresas familiares españolas lideran la economía y crecen el doble que el resto de negocios

La economía española no puede entenderse sin el papel central que juegan las empresas y pymes familiares. De hecho, según un informe elaborado recientemente por el Instituto de la Empresa Familiar en colaboración con McKinsey & Company, alrededor del 90% de las compañías de España siguen este modelo y además generan cerca del 70% del empleo privado, lo que equivale a más de 6,58 millones de puestos de trabajo.

Por otra parte, este modelo de empresa familiar contribuye con el 57% del PIB del sector privado, consolidándose así como un pilar fundamental del tejido empresarial nacional.

Con base en todo ello, es relevante hablar de que la aportación de las empresas familiares corre el riesgo de diluirse precisamente por su elevado peso en el conjunto empresarial. Y que, por tanto, conviene analizar las características diferenciales de estas compañías para así proyectar un modelo que sirva como aspiración para el resto de empresas.

Las empresas familiares crecen más que el restos y tienen ingresos más estables, según IEF

El Informe elaborado por IEF asegura que las empresas familiares no sólo aportan este valor económico que antes se citaba, sino también un importante impacto social, fortaleciendo el territorio donde se encuentran, fomentando la sostenibilidad más que el resto de las empresas (un 17% de ellas ha alcanzado la neutralidad en emisiones de CO2) y liderando el desarrollo de talento y de estabilidad laboral.

Para lograr visibilizar este impacto, el IEF ha realizado el análisis con base en la experiencia de 116 de las principales empresas familiares en España, incluyendo socios del Instituto y compañías pertenecientes a sus 18 asociaciones territoriales vinculadas, que en conjunto suponen más de 1.800 empresas.

En ese sentido, y ahondando en el informe, se puede afirmar que las empresas familiares crecen de manera diferencial frente a otros modelos de negocio. Entre 2014 y 2023, las empresas familiares analizadas generaron un crecimiento anual del valor económico del 7%, el doble que las compañías del Mercado Continuo, que crecieron, en ese mismo periodo, un 3%. Presentan además ingresos mucho más estables.

En el ámbito del empleo, por su parte, estas empresas también destacan. Mientras España ha aumentado de forma general el número de empleados un 42% en la última década, según datos recientes del Ministerio de Trabajo y Economía Social, el mercado laboral sigue mostrando una tasa de desempleo superior a la media europea. En ese contexto, las empresas familiares actúan como motor de empleabilidad, generando un 3% de crecimiento anual de puestos de trabajo.

Las empresas familiares españolas lideran la economía y crecen al doble de ritmo del mercado

También consiguen una retención de profesionales superior, con una rotación voluntaria 10 puntos porcentuales menos que la media nacional, invirtiendo, por su parte, un 20% más en formación anual por empleado que otras compañías.

La contribución de estas empresas también depende del territorio

Madrid y Cataluña concentran el 39% del PIB nacional, según datos del INE, pero el informe del Instituto de la Empresa Familiar asegura que las empresas familiares dinamizan la economía regional, con 1,5 veces más facturación que la media nacional en otras regiones distintas de éstas.

Es un dato crucial, sobre todo teniendo en cuenta la problemática que deriva del estar en regiones más aisladas para muchos autónomos y pequeñas y medianas empresas, y de la que este diario ha hablado en más de una ocasión.

¿Cuáles son los retos que enfrentan las empresas familiares?

Aunque sus datos sean bastante optimistas, sobre todo en comparación con el resto de modelos de negocio, lo cierto es que el futuro de las empresas familiares tiene sus propios desafíos, que se deben tener en cuenta para seguir cosechando lo que desde el Instituto de la Empresa Familiar llaman una receta del éxito:

Las presiones en los márgenes y los costes debido a las alteraciones macroeconómicas. Aunque las empresas familiares presentan un rendimiento superior, no están exentas de problemas globales, como los aumentos en los costes de materias primas o las fluctuaciones de divisas.
Los disruptores globales y ciclos de innovación acelerados que erosionan las ventajas competitivas. Y es que las empresas familiares suelen operar en sectores consolidados con modelos de negocio tradicionales, pero la rápida aparición de nuevas tecnologías y competidores globales puede reducir sus ventajas.
Los avances en digitalización e Inteligencia Artificial. Porque la aceleración tecnológica redefine las reglas del juego, las empresas familiares no están exentas de integrar herramientas más avanzadas para mejorar sus procesos internos.
Las nuevas expectativas de los empleados y las formas de trabajo. La realidad es que las generaciones más jóvenes de trabajadores buscan mayor flexibilidad y conciliación, y esto puede suponer un conflicto a la hora de plantear el relevo generacional.
Los procesos de sucesión y transición. En la línea del punto anterior, el hecho de garantizar la continuidad generacional es uno de los grandes conflictos de este modelo de negocio, sobre todo en empresas de tercera y cuarta generación, donde preocupa perder la identidad de la empresa familiar.

Además, es importante tener en cuenta que el impacto de estos retos varía según el tamaño y la generación de la empresa. Las compañías grandes (de más de 1.000 millones de euros en ingresos) perciben las presiones de márgenes y costes como el principal desafío, mientras que las empresas de primera y segunda generación destacan los retos de empleo y talento con 2,6 veces más frecuencia que el resto.

Por su parte, la sucesión y la transición se convierten en el reto más relevante para empresas de tercera y cuarta generación, siendo citado este reto por el 73% de las compañías encuestadas.

Así, para superar estos desafíos, el estudio del IEF identifica dimensiones clave que se deben relacionar con su rendimiento superior. Entre ellas destacan la visión a largo plazo, la diversificación, la internacionalización y las alianzas, la excelencia comercial, la sofisticación en el enfoque de talento y el liderazgo ágil y multipropósito.